Cuando las contracturas de la musculatura pélvica o abdominal son la causa de dolor pélvico o de dolor con las relaciones sexuales es importante conocer cuáles son los músculos afectos. Esto posibilita hacer infiltraciones terapéuticas, bien con anestésico local, bien con neurotoxina que bloquea la contractura.

Lo que se busca con esta técnica es romper el círculo vicioso del dolor y dejar el músculo relajado el mayor tiempo posible. El número de infiltraciones depende de la respuesta de cada paciente. En general, es más duradero e intenso el efecto conseguido mediante la neurotoxina que con el anestésico local. Ambos fármacos son seguros y con amplio uso en medicina.

Esta técnica debe de hacerse por parte de médicos especializados y con experiencia en dolor pélvico de origen muscular. Se realiza en consulta con anestésico local en unos 20-30 minutos.